Principales Enfermedades de la vid

La naturaleza es muy compleja y existen miles de patógenos distintos. La vid, como planta y ser vivo que es, puede padecer muchas enfermedades causadas por diferentes microorganismos. En este post vamos a explicar cuáles son las principales enfermedades de la vid.

Principales Enfermedades de la vid

Las principales enfermedades de la vid se podrían agrupar en diez tipos. Aunque en realidad, existen muchas más, pero estas son quizás las más frecuentes y las más estudiadas. El profesional responsable de estudiar las principales enfermedades de la vid se llama ampelógrafo. Esta profesión no es muy conocida, pero es fundamental en el mundo del vino. Gracias a ellos, los viticultores y enólogos tienen mejores conocimientos sobre la vid y esto permite elaborar mejores vinos.

Más allá de la famosa Filoxera existen otras principales enfermedades de la vid que pueden acabar con la planta. Los ampelógrafos, viticultores y otros profesionales de la vid han declarado la guerra a este conjunto de enfermedades. La finalidad es prevenir su desarrollo y mantener la vid lo más sana posible. A continuación, detallamos algunas de las plagas y enfermedades que afectan a la vid.

Plagas y enfermedades de la vid

La prevención suele ser la mejor arma para cualquier enfermedad. No podía ser de otra manera en el caso de la viticultura. Así, se necesita primero conocer bien las plagas y enfermedades de la vid para poder prevenir su aparición y evitar su desarrollo. Veamos las principales enfermedades de la vid:

Filoxera

La Filoxera fue descubierta por primera vez en 1854 por Asa Fitch en Estados Unidos. Este entomólogo describió en uno de sus estudios que un insecto se “comía” las hojas de la vid. A partir de este estudio se realizaron otros donde se observaba que acababa matando a la vid poco a poco.

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A finales del siglo XIX, esta plaga comenzó a extenderse por miles de hectáreas de viñedo de todo el mundo. En España, los principales focos de la plaga fueron la finca “Lagar de la Indiana” en Málaga, Ampurias (Girona) y Villadervos (Orense). Finalmente, la mayor parte del viñedo español quedó afectado, tan solo algunos pocos viñedos pudieron salvarse en zonas de Canarias, siendo considerado oficialmente filoxerado todo el territorio español en el año 1918.

Polillas del racimo

Esta plaga se debe a unas larvas que destruyen los botones florales, flores o incluso la propia uva. Se clasifican en larvas de primera, segunda y tercera generación según el daño que puede llegar a provocar. Siendo las últimas las más dañinas ya que destruyen la uva al ser el fruto del que se alimentan.

Termitas en la vid

Las termitas son el microorganismo que provoca daños en el interior del tronco y brazos de las cepas. Visualmente se observan zonas carcomidas por este patógeno capaz de matar la planta lentamente. Es un microorganismo que “excava” galerías entre madera podrida, de modo que la vid pierde su capacidad normal de crecimiento y desarrollo.

Acariosis

El principal síntoma de esta plaga es una brotación muy tardía y lenta en la vid. Las hojas forman una especie de picadura con manchas claras que evidencian la acariosis. Es causado principalmente por las hembras invernantes que atrapan a la vid y dificultan su brotación normal.

Mildiu

Posiblemente, el Mildiu es la enfermedad más grave de la vid. Si esta enfermedad afecta a la vid puede llegar a atacar a más de la mitad de la planta provocando grandes pérdidas en la cosecha. Su origen se debe al hongo Plasmopara Viticola Berl propio de regiones de clima cálido y húmedo durante la fase de crecimiento vegetativo.

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Los hallazgos más visuales se observan en las hojas con manchas blancas muy típicas. En los brotes se produce una pelusilla blanquecina que forman las esporas del hongo. Y en los racimos da lugar a una curvatura en S muy típica, y también acaba atacando al grano presentándose un aspecto seco muy característico.

Oidio

Cuando las condiciones climáticas son favorables puede provocar la pérdida total de la cosecha. En España es muy común. Aunque necesita temperaturas más elevadas que el mildiu, una atmósfera seca y sin humedad, aunque con noches frescas suele ser mas que suficiente.

El Oidio está formado por un parásito que ataca a todos los órganos verdes de la vid. Prefiere atacar primero a los brotes, sarmiento y racimos. Por eso, los síntomas más comunes se observan en la hoja con un polvillo blanco como si fuera ceniza con puntitos de relieve. En los racimos los granos aparecen con un color plomizo que acaba por cubrirse con un polvo ceniciento muy parecido al de la hoja.

Podredumbre Gris

Causado por el microorganismo Botrytis cinérea, manifiesta su enfermedad en las hojas y brotes principalmente. En las hojas aparece cierta necrosis con aspecto de quemaduras. Mientras que en los brotes da lugar a manchas de un color marrón característico.

Yesca

Se trata de una enfermedad de la vid que hasta hace poco solo se daba en ambientes cálidos. Sin embargo, actualmente se da también en el norte de Europa. Su origen se debe a un hongo que penetra en la madera a través de pequeñas heridas de la poda. A principios de verano si tiene afectación se observa una desecación progresiva de la hoja de la vid.

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Podredumbre Negra de la Uva

El hongo conocido como “Guignardia Bidwellii” es el causante de esta enfermedad en la planta. Este patógeno invade los granos de la uva formando manchas rojas que descomponen la pulpa, la piel queda arrugada y aparecen unas pústulas negras características.

Flavescencia Dorada

Las cepas de vid enfermas por este patógeno presentan hojas duras y quebradizas. Un color amarillento típico en las variedades blancas y uno rojizo en las tintas evidencian esta enfermedad de la vid. Al final la hoja se deseca y caen al suelo convertidas en polvo. También el raspón se acaba cayendo y la uva se arruga sin poder madurar bien.

Prevención de enfermedades en la vid

Como siempre la mejor cura es la prevención. Por eso, los viticultores tienen normalmente puesto el foco en estas enfermedades. La finalidad es que no padezcan ninguna invasión que pueda dañar la vid.

En el caso de la filoxera, por ejemplo, el control se basa en el injerto de variedades europeas sobre portainjertos resistentes a la plaga. Algunas veces también es recomendable realizar un tratamiento químico si la plaga ya ha comenzado a actuar sobre la vid.

Existe una amplia gama de productos químicos que se pueden aplicar para lugar contra estas plagas. Sin embargo, cada vez son más los viticultores que optan por estrategias más naturales y sostenibles con la vid. Algunas actividades típicas como la destrucción de la madera afectada durante la poda o podar aquellos cortes de madera que podrían generar problemas.

Otras acciones como evitar los charcos de agua cerca de la vid es muy útil para prevenir el mildiu. Esto es porque el origen de la mayoría de patógenos que provocan la enfermedad necesita estas fuentes de agua.

En general, existe una tendencia cada vez más creciente hacia técnicas sostenibles y otras formas de viticultura como la ecológica o como la viticultura biodinámica. El objetivo: ser sostenibles con la naturaleza para que esta nos dé sus mejores frutos. Y es que si cuidamos de la naturaleza ella cuidará de nosotros.

Escrito por Redacción

· Obsesión por promocionar la cultura del vino ·

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