Pago de los Capellanes es una bodega de Ribera del Duero. En concreto, se ubica en Pedrosa de Duero (Burgos) muy cerca del río Duero. Así mismo, Pago de los Capellanes constituye una de las bodegas más conocidas de la zona por la calidad de sus vinos.
El proyecto vitivinícola comenzó hace más de 20 años como una bodega familiar en un pago que perteneció a los capellanes del pueblo. Por eso, posiblemente, decidieron denominar el proyecto Pago de los Capellanes. Actualmente, la bodega se ha convertido en un referente nacional e internacional en los vinos de Ribera del Duero.
El vino Pago de los Capellanes:
Para producir el vino Pago de los Capellanes se necesita la mejor materia prima. En este caso, la materia prima es la uva de Tempranillo. Por lo que, solo una buena uva garantiza el mejor vino Pago de los Capellanes para la bodega.
Características de los viñedos:
Los viñedos que dan lugar al vino Pago de los Capellanes han sido mimados durante muchos años. Se trata de parcelas en donde se cultiva fundamentalmente la Tempranillo o Tinto Fino. Todas estas cepas se fueron adaptando a las condiciones del suelo y con las mejores se han formado clones.
Los clones de esta uva son las variaciones genéticas creadas para elaborar el mejor vino Pago de los Capellanes. De esta forma, el rendimiento del viñedo es normalmente bajo, aunque de una calidad superior. Por tanto, los viticultores de este proyecto priorizan la calidad frente a la cantidad.
En Pago de los Capellanes saben bien que cada viñedo es único. El motivo es que cada parcela posee unas condiciones morfológicas y climáticas distintas. Por lo que cada cepa tiene unas condiciones biológicas distintas que provocan su evolución genética. Así mismo, el fin de la producción de uva de cada parcela es obtener la mayor calidad.
Elaboración del vino en bodega:
Tras una vendimia manual en cajas individuales, la uva llega a bodega. Aquí es seleccionada, desechando los peores racimos y separando la uva del raspón y la hoja. Este proceso se denomina selección y despalillado.
Posteriormente, el grado de la uva se introduce en depósitos de acero inoxidable donde se prensa y tiene lugar la fermentación. De esta forma, el jugo de la uva (mosto) transforma sus azúcares naturales (fructosa) en alcohol etílico gracias a unas levaduras. Así mismo, se obtiene el vino Pago de los Capellanes en bruto. Después, recibe una fermentación maloláctica espontánea. Y finalmente se cría o envejece en barricas de roble francés durante unos meses.
El resultado de este proceso es un vino o gama de vinos (en función de su crianza y producción) de gran calidad. Por este motivo, Pago de los Capellanes goza de un buen reconocimiento entre los amantes del vino.
