Champagne G.H. MUMM es un reconocido vino de origen francés elaborado desde 1827 en la famosa región francesa donde se elaboran los más reconocidos vinos espumosos del mundo. La familia Mumm, muy vinculada al mundo del vino de champagne tiene sus origenes en el siglo XII incluyendo en ella personas de la más alta nobleza, entre ellos barones y caballeros de la zona. Ya en el siglo XVIII, se sabe que comercializaban con vino con denominación "P.A. MUMM", en honor a su fundador Peter Arnold, el cual poseía viñedos en una prestigiosa zona del valle del Rin en Alemania.
Varias generaciones después, Mumm continua siendo un conocido vino espumoso altamente reconocido, especialmente por su descorche en circuitos de Fórmula 1 del mundo entero, con una amplia gama de productos en vinos de alta calidad que merece la pena detenerse a probar alguna vez en la vida. Por eso, algunas de estas referencias están presentes en la carta de los mejores restaurantes de alta cocina del mundo, y son considerados "la crème de la crème" de la sociedad por muchos críticos gourmet, y no es para menos, pues el vino cuenta con un largo y cuidado proceso de elaboración único en el mercado.
De este modo, Mumm cuenta con una extensión total de 218 hectáreas de viñedos propios donde cultivan todas las variedades para la producción del vino, trabajados por grandes viticultores que realizan labores durante todo el año a fin de obtener una uva de alta calidad, la cual se vendimiará entre finales de septiembre y medidados de octubre de forma manual, mano a mano, racimo a racimo, llegando a la bodega en óptimas condiciones donde se procede a un proceso de prensado y desfangado para finalmente proceder a su vinificación mediante una fermentación alcohólica a una temperatura media de 19ºC para obtener el vino, posteriormente, la clarificación liberan al vino de las levaduras y se produce el proceso de assemblage, es decir, la mezcla con otros vinos procedentes de otras variedades de uva, en las proporciones que considere el enólogo.
Una vez embotellado los vinos se dejan envejecer en la bodega subterránea, la cual cuenta con una galería de más de 25 km de extensión donde el vino se cría durante varios meses con el fin de obtener un producto de alta calidad digno de los paladares más esquisitos del mundo.